martes, 4 de marzo de 2008

"Pienso, siento,sufro"

Ser famoso y deseado. Estar dentro de otra persona, ver lo que ésta ve, sentir lo que siente. Ser una estrella, disfrutar de sus privilegios y de su éxito y, aun así, permanecer en el anonimato: el argumento perfecto de un cuento de hadas, una obra de teatro o una película. Despejen el escenario y arriba el telón, por que la obra se llama Cómo se John Malkovich.

El esforzado titiritero Draig Schwartz (John Cusack) podría obtener más público y éxito económico por su virtuoso teatro de marionetas. La solitaria Danza de la desesperación” de su héroe de madera, reflejo del estado mental de Craig, se ejecuta con asombrosa perfección e intensidad, pero el público prefiere un espectáculo más grande. Para introducirte en la tele y hacerte famoso necesitas marionetas gigantes, del tipo que deberías manipular desde un puente. Éste es el punto de partida de la extraña comedia del novato Spike Jonze. El frustrado Craig se ve obligado a trabajar de administrativo para la Lester Corporation, donde conoce y se enamora de la tentadora Maxine. Ella, por su parte, está más interesada en la esposa de Craig, Lotte (Cameron Díaz).

El vehículo de las preocupaciones egocéntricas de los tres es John Malkovich, que se interpreta a sí mísmo. Este truco permite una historia paralela sobre la identidad de los actores y los problemas que tienen para dotar de expresión, de un rostro y un cuerpo a incontables personajes distintos sin perderse en el proceso.

La historia principal está dedicada a la idea kafkiana de que, cruzando una puerta del tamaño de un duende abierta en la pared de la planta siete y media de un edificio de oficinas, es posible entrar en la cabeza de John Malkovich y participar de su vida. Basada en esta inusual y fascinante idea, Cómo ser John Malkovich se convierte en un rónico retrato de de la teoría de que sólo nos vemos a través de los ojos de los demás. Y entonces nace un retorcido cuadrángulo amoroso. John Cusack y Cameron Díaz son la joven pareja cuya relación se enfría después del descubrimiento de Craig. Al principio se alternan para escabullirse por el oscuro pasillo tras la pequeña puerta que conduce a al cráneo de John Malkovich. Craig es seducido por Maxine. Maxine le ha echado el ojo a Lotte, a quien por su parte, no parecen disgustarle los acercamientos de Maxine.

Gracias a su sentido de los negocios, el agujero en la pared que lleva hasta el cerebro de Malkovich se convierte en una fuente de ingresos y el pasaje secreto pasa a ser una atracción para todo el que quiera pagar dinero por ser un personaje famoso para variar, aunque sólo sea durante quince minutos.

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